La Sexta Cualidad de Juan

(John's Seventh Quality)

Aunque Juan era usado poderosamente por Dios y se hizo muy popular entre las multitudes él sabía que no se comparaba en nada a Jesús, y por eso él siempre exaltó al Señor:

“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” ( Mateo 3:11).

Como es de diferente el aprecio que tiene Juan por sí mismo, en contraste a la arrogancia que con mucha frecuencia se encuentra en los “ministros” de hoy en día. Las famosas revistas de ministerios contienen fotos de ellos en cada página, mientras que Jesús se menciona escasamente. Ellos desfilan como pavos reales a través de la plataforma de la iglesia, exaltándose a sí mismos en los ojos de sus seguidores. Ellos son intocables e inaccesibles, llenos de importancia únicamente para ellos mismos. Algunos inclusive le da órdenes a los ángeles y a Dios. Al contrario, Juan no se sentía digno de llevar el calzado de Jesús, lo que sería considerado como una acto de un esclavo. Juan no quería bautizar a Jesús cuando Jesús vino a él , y cuando se dio cuenta que Jesús era el Cristo, inmediatamente se dirigió a Él declarándole, ” Éste es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” ( Juan 1:29). “Es necesario que Él crezca y que yo disminuya” ( Juan 3:30). Debemos ser humildes como Juan.

Ésta era la sexta cualidad de Juan que lo hizo ser el predicador favorito de Jesús: Juan se humillaba así mismo y exaltaba a Jesús. Él no tenía deseos de ser exaltado.

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Capítulo Nueve – El Predicador Favorito de Jesús » La Sexta Cualidad de Juan

La Quinto Cualidad de Juan

(John's Fifth Quality)

Juan no bautizaba a la gente que no parecía arrepentida, pues no quería que nadie fuera decepcionado al final. Él bautizaba a la gente cuando ellos “confesaban sus pecados” ( Mateo 3:6). Él advertía a los que venían:

” Además, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego….. Su aventador está en su mano, para limpiar su era. Recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en fuego que nunca se apagará” ( Mateo 3:10-12).

Juan no tenía miedo de decir la verdad acerca del infierno, algo que con frecuencia evitan los predicadores que están tratando de ganar una competencia de popularidad en vez de ganar almas para el Reino de Dios. Aquellos que no llevan buen fruto serán arrojados al infierno.

Si Juan estuviera vivo hoy, él no dudaría que sería castigado por algunos de los cristianos de hoy en día al decirle “Predicador de sólo fuego y azufre”, Un profeta tenebroso que condena”, ” un predicador no sensitivo”, o peor, ” negativo”, ” condenador”, ” legalista”, o ” justiciero”. Pero aún así, Juan era el predicador favorito de Jesús. Su quinta cualidad: Juan predicaba acerca del infierno y hacía claro el tipo de personas que irían a éste. Interesantemente, Lucas se refiere al mensaje de Juan como “el evangelio” ( Lucas 3:18).

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Capítulo Nueve – El Predicador Favorito de Jesús » La Quinto Cualidad de Juan

La Segunda Cualidad de Juan

(John's Second Quality)

“En aquellos días se presentó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo, ” Arrepentios porque el Reino de los cielos se ha acercado” ( Mateo 3:1-2).

Ciertamente, Jesús aprobaba en gran manera el simple mensaje de Juan, y éste fue el mismo mensaje que Jesús predicaba adonde quiera que iba ( ver Mateo 4:17). Juan llamaba a la gente al arrepentimiento para dejar a un lado la vida de pecado y llevar una vida de justicia. Él sabía que una relación con Dios comenzaba con un arrepentimiento, y que aquellos que no se arrepentían, serían arrojados al infierno.

Al contrario de muchos evangelistas modernos, Juan nunca mencionó el amor de Dios. Nunca habló acerca de las ” necesidades que siente” la gente, con el propósito de llamarlos a una oración sin significado para ” aceptar a Jesús”, y así ellos podían experimentar la “vida en abundancia”. Él no le dijo a la gente que creyera que ellos eran básicamente buenas personas las cuales Dios quería llevarlas al cielo al darse cuenta que la salvación no era por obras. Al contrario, él los veía, como Dios los veía, como rebeldes en peligro de enfrentar consecuencias eternas por sus pecados. Él solemnemente les advertía de la ira que vendría. Él se aseguro de que ellos entendieran que si no cambiaban sus corazones y sus acciones, serían condenados.

Así que la segunda cualidad de Juan que es digna de imitar por cada ministro que hace discípulos es ésta: Juan proclamó que el arrepentimiento era el primer paso para una relación con Dios.

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Capítulo Nueve – El Predicador Favorito de Jesús » La Segunda Cualidad de Juan

La Cuarta Cualidad de Juan

(John's Fourth Quality)

” Y ( Juan) decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡generación de víboras!, ¿ Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: ” tenemos a Abraham por padre”, porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras” ( Lucas 3:7-8).

Mientras que el ministerio de Juan empezaba a tocar más gente, obviamente él no comprometía su mensaje. Seguramente Juan estaba sospechando de los verdaderos motivos de la gente cuando se dio cuenta que era muy popular el ser bautizado. Aún los escribas y los fariseos estaban llegando a el Jordán ( ver Mateo 3:7). Él temía que mucha gente sólo estaba siguiendo la multitud. Así que él hizo todo lo que le era posible para que ellos no se condenaran a sí mismos y al final llegarán a sentir una gran decepción. Él no quería que todos pensaran que por sólo el hecho de bautizarse ya eran salvos y que por sólo profesar que se habían arrepentido los salvaría del infierno. Él dijo que el verdadero arrepentimiento trae frutos de obediencia.

Además, debido a que los judíos se consideraban salvos por su linaje físico proveniente de Abraham, Juan habló acerca del engaño de esta esperanza.

La cuarta cualidad de Juan que es digna de alabar es ésta: él amaba tanto a la gente que les decía la verdad. Él nunca le aseguró a una persona sin arrepentimiento o a una persona sin santidad que estaba camino al cielo.

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Capítulo Nueve – El Predicador Favorito de Jesús » La Cuarta Cualidad de Juan

La Primera Cualidad de Juan

(John's First Quality)

” Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron a Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: ¿ Quién eres tú?. Él confesó y no negó. Confesó: Yo no soy el Cristo. Y le preguntaron: ¿ Que pués?, ¿ Eres tú Elías?. Dijo: No soy. ¿ eres tú el profeta? Y respondió: No. Entonces le dijeron: ¿ Quién eres? Tenemos que dar respuesta a los que nos enviaron. ¿ Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías” ( Juan 1:19:23).

Juan conocía su llamado y lo hacía.

Cuan importante es para los ministros el conocer su llamado y hacerlo. Si tú eres un evangelista, no deberías tratar de ser pastor. Si tú eres un maestro, no deberías tratar de ser profeta. De otra forma, solamente vas a encontrar frustración.

¿ Cómo sabes cual es tu llamado? Primero, busca a Dios, que es el que te ha llamado. Segundo, examina tus dones. Si Dios te ha llamado a ser evangelista, Él te entrenará para esta tarea. Y tercero, otras personas te confirmarán tus dones pues ciertamente los notarán.

Una vez que estés seguro de tu llamado, debes de hacerlo con todo tu corazón, sin dejar que cualquier obstáculo te detenga. Muchos están esperando alrededor de Dios para hacer lo que Él espera que ellos hagan. ¡Noé no esperó alrededor de Dios para construir el Arca!.

Se ha dicho que la palabra ministerio se deletrea TRABAJO. Satanás con seguridad tratará de detenerte para que no lleves a cabo tu llamado, pero debes de resistirle y seguir adelante por fe. Aún, aunque las Escrituras no lo dicen, tú puedes estar seguro de que hubo un día en el que Juan el Bautista empezó a predicar por primera vez alrededor de la región del Jordán. No hay duda de que sus primeras audiencias eran más pequeñas que sus últimas audiencias. Tú puedes estar seguro de que la gente se burlaba de él y de que él sufrió persecución. Pero él nunca se detuvo. Su única razón era el complacer a Dios que lo había llamado a su ministerio. Finalmente, él fue exitoso.

La primera cualidad espiritual de Juan que es digna de imitar por nosotros es ésta: Juan conocía su llamado y lo llevaba a cabo.

 

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Capítulo Nueve – El Predicador Favorito de Jesús » La Primera Cualidad de Juan

En Conclusión

(In Conclusion)

El ministerio de un pastor o maestro por supuesto que debe ser caracterizado por las cualidades que se encuentran en Juan. Juan le predicaba al que estaba sin arrepentimiento. Los pastores y los maestros se supone que les predican primeramente a los que ya se han arrepentido. Sus enseñanzas se basan en esas cosas que Jesús les dijo a sus discípulos y que se encuentran en las epístolas del Nuevo Testamento.

Sin embargo, con frecuencia fallamos, al identificar correctamente a nuestras audiencias, y parece hoy en día que los pecadores con frecuencia nos predican a nosotros como si fueran santos. Sólo porque la gente está sentada en el edificio de una iglesia, no quiere decir que nuestro trabajo es decirles que tienen asegurada la salvación, especialmente si sus vidas no se distinguen de los que están en el mundo. Se necesitan con urgencia por lo menos un millón iguales a ” Juan el Bautista” para que prediquen en los púlpitos de las iglesias. ¿ Tomarías tú este riesgo? ¿ quisieras ser uno de los predicadores favoritos de Jesús?.

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Capítulo Nueve – El Predicador Favorito de Jesús » En Conclusión

Una Declaración en Resumen

(A Summarizing Statement)

Ahora llegamos a un verso que debe ser considerado como una declaración que resume prácticamente todo lo que Jesús ha dicho hasta este punto. Muchos comentaristas se pierden de esto, pero es muy importante que no lo perdamos de vista. Este verso en particular es en realidad una declaración que resume, pues comienza con las palabras “así que”. Está, por lo tanto, unido a las instrucciones previas, y la pregunta es: ¿Cuánto se resume aquí de lo que Jesús ha dicho? Leámoslo y pensemos:

“Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la ley y los profetas” (Mateo 7:12).

Este verso no puede ser un resumen de sólo los versos anteriores concernientes a la oración; de otro modo, no tendría sentido.

Recuerda que al principio de su sermón, Jesús había advertido acerca del error de pensar que Él había venido a abolir la ley y los profetas (ver Mateo 5:17).

Desde ese punto del sermón hasta donde estamos ahora, Jesús lo único que hizo fue apoyar y explicar los mandamientos divinos del Antiguo Testamento. Así, ahora Él resume todas las cosas que Él mandó, las cuales se derivan de la ley y los profetas: “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la ley y los profetas” (7:12). La frase, “la ley y los profetas” conecta todo lo que Jesús dijo entre Mateo 5:17 y 7:12.

Ahora, cuando Jesús comienza la conclusión de su sermón, Él reitera el tema principal una vez más, sólo los santos heredan el Reino de Dios:

entrad por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” ( Mateo 7:13-14).

Ciertamente, la puerta angosta y el camino que lleva a la vida, por el cual entran pocos, es un símbolo de la salvación. La puerta ancha y el camino que lleva a la destrucción, el camino por donde va la mayoría, es símbolo de condenación. Si todo lo que Jesús dijo anterior a este pasaje significa algo, si este sermón tiene alguna progresión lógica, si Jesús posee inteligencia de comunicador, entonces la interpretación más natural sería que el camino angosto es el camino para seguir a Jesús, obedeciendo sus mandamientos. El camino ancho sería lo opuesto. ¿Cuántos de los cristianos de hoy en día están en el camino angosto que describe este sermón? El ministro formador de discípulos está ciertamente en el camino angosto, y está dirigiendo a sus discípulos por el mismo camino.

Es confuso para algunos cristianos el hecho de que Jesús no haya dicho nada acerca de la fe o de creer en Él en este sermón, donde Él sólo habla acerca de la salvación y la condenación. Sin embargo, para aquellos que entienden la inseparable relación entre lo que creemos y nuestra conducta, este sermón no será problema. La gente que obedece a Jesús muestra su fe por sus obras. Aquellos que no le obedecen, no creen que Él es el Hijo de Dios. No solamente es la salvación una indicación de la gracia de Dios para nosotros, sino también la transformación que se ha dado en nuestras vidas. Nuestra santidad es realmente su santidad.

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Capítulo Ocho – El Sermón del Monte » Una Declaración en Resumen

El Predicador Favorito de Jesús

(Jesus' Favorite Preacher)

Tú puedes sorprenderte al saber que Jesús tenía un predicador favorito. Tú puedes sorprenderte aún más al saber que el predicador favorito de Jesús no era un Luterano, Metodista, Pentecostés , Anglicano, o Presbiteriano. Al contrario, ¡Él era un Bautista!. Por su puesto que lo conocemos como Juan el Bautista. Jesús dijo de Él:

“De cierto os digo que entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista” ( Mateo 11:11a).

Debido a que toda la gente nace de la mujer, ésta era una forma de decir la gran estima de Jesús por Juan el Bautista con la persona más grande que ha vivido. Jesús se sentía en esta forma como una manera de conjetura. Sin embargo, parece razonable el pensar que Jesús pensaba tan alto de Juan debido a sus cualidades espirituales. Si es así, debemos de ser sabios para estudiar e imitar estas cualidades espirituales. Yo he encontrado por lo menos siete cualidades espirituales en Juan el Bautista que son dignas de alabar. A través de todo el ministerio de Juan, él representa el ministerio del evangelista, pero todas las siete cualidades espirituales son apropiadas para cualquier y cada ministro del evangelio. Vamos a considerar la primera de las siete.

Un Punto de Vista Diferente

(A Different View)

Por supuesto que Dios ve las cosas diferente. Él nunca estipuló el verdadero significado de la “indecencia” mencionada en Deuteronomio 24:1-4 o si ésta era una razón legítima para divorciarse. De hecho, el pasaje no dice nada en relación a cuando el divorcio es legítimo y cuando no lo es. Éste solamente contiene una prohibición en contra de la mujer casada una o dos veces, o que quedó viuda (de un segundo marido) de casarse de nuevo con su primer marido. Para decir que hay cierta “indecencia” ante los ojos de Dios como para tener un divorcio legítimo basado en estos pasajes, sería forzar o aumentar el significado de este texto.

De cualquier manera, en la mente de Dios, el hombre imaginario que yo acabo de describir es igual a cualquier adúltero. Él ha quebrantado el sétimo mandamiento. De hecho, es más culpable que cualquier otro adúltero, porque su culpa se debe a su “doble adulterio”. ¿Cómo es esto? Primero, él mismo ha cometido adulterio. Jesús dijo, “cualquiera que repudie a su mujer, salvo por causa de inmoralidad sexual, y se casa con otra, adultera” (Mateo 19:9).

Segundo, su esposa, ahora divorciada, necesita buscar otro esposo para sobrevivir. En la mente de Dios, el fariseo ha hecho lo equivalente a forzar a su esposa a tener sexo con otro hombre. Por esto, él también es culpable por el “adulterio” de ella.[1] Jesús dijo, “el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere” (Mateo 5:32, énfasis agregado).

Jesús tal vez podría culpar a nuestro lujurioso fariseo con “adulterio triple” con su declaración, “y el que se casa con la repudiada comete adulterio” (Mateo 5:32), esto quiere decir que Dios también toma en cuenta como “adulterio” el hecho de que la divorciada se case con un nuevo marido.[2]

Esto era un tema muy popular en los días de Jesús, cuando también leemos en otro lugar donde los fariseos le preguntaban a Jesús, “¿Está permitido al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?” (Mateo 19:3).

Su pregunta deja ver sus corazones. Ciertamente, por lo menos algunos de ellos querían creer que el divorcio era legítimo por cualquier causa.

Debo agregar que es una vergüenza cuando los cristianos toman estas mismas escrituras acerca del divorcio, las malinterpretan, y ponen estorbo a los hijos de Dios. Jesús no estaba hablando acerca del cristiano que era divorciado cuando aún no era salvo, y que al encontrar a una pareja maravillosa que cree en Jesús decide casarse con esta persona. Esto no es equivalente a adulterio. Si esto fuera lo que Jesús quiso decir, tendríamos que cambiar el evangelio, porque ya no proveería perdón para todos los pecados de los pecadores. Hoy en día oímos a muchos predicar, “Jesús murió por ti, y si tú te arrepientes y crees en Él, todos tus pecados serán perdonados. Sin embargo, si tú has sido divorciado, asegúrate de que no te casarás de nuevo porque estarías cometiendo “adulterio” y la Biblia dice que los adúlteros irán al infierno. También si tú eres casado por segunda vez, antes de venir a Cristo, tú tienes que cometer un pecado más y divorciarte de tu actual esposa. De otra forma, continuarías viviendo en adulterio y los adúlteros no son salvos.”[3] ¿Es éste el evangelio?[4]


[1] Por supuesto que Dios no piensa que ella adultera cuando se casa de nuevo; ella solamente fue víctima del pecado de su esposo. Obviamente, las palabras de Jesús no tendrían sentido hasta que ella se case de nuevo. De otra forma, no habría sentido para que también ella fuera considerada una adúltera.

[2] De nuevo, no piensa que el nuevo marido adultera. Él está haciendo algo virtuoso al casarse y ayudar a una mujer divorciada. Sin embargo, si un hombre motiva a una mujer a que se divorcie de su marido y así él podrá casarse con ella, entonces él sería culpable de adulterio, y éste quizás era el pecado que aquí Jesús tenía en mente.

[3] Por supuesto que existen otras situaciones donde se puede hablar de esto. Por ejemplo, la mujer cristiana que se divorcia debido a que su esposo no cristiano le da carta de divorcio. Ciertamente ella no es culpable de adulterio si se casa de nuevo con un hombre cristiano.

[4] En un próximo capítulo acerca del divorcio y del hecho de casarse por segunda vez, hablaré con más detalle acerca de este tema.

 

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Capítulo Ocho – El Sermón del Monte » Un Punto de Vista Diferente

Un Resumen y una Advertencia Final

Jesús concluye su sermón con una advertencia final y un ejemplo para resumir. Como se debe esperar, éste es una ilustración de su tema, sólo los santos heredarán el Reino de Dios.

“A cualquiera pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y golpearon contra aquella casa; pero no cayó, porque estaba cimentada sobre la roca. Pero a cualquiera que me oye estas palabras y no las practica, lo compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena. Descendió la lluvia, vinieron los ríos, soplaron los vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7:24-27).

La ilustración final de Jesús no es una fórmula para tener “éxito en la vida” como algunos la usan. El contexto nos enseña que Él no estaba dando un consejo acerca de la prosperidad en nuestras finanzas durante los tiempos difíciles teniendo fe en sus promesas. Éste es un resumen de todo lo que Jesús ha dicho en el Sermón del Monte. Aquellos que hacen lo que Él dice son sabios y tendrán larga vida; ellos no tienen que temer la ira de Dios cuando caiga. Aquellos que no le obedecen son ignorantes y sufrirán grandemente “la pena de eterna perdición” (2 Tesalonicenses 1:9).

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Capítulo Ocho – El Sermón del Monte » Un Resumen y una Advertencia Final