SALMO
Señor, tú eres mi roca
Canción de David.
SEÑOR, tú eres mi roca.
A ti te pido ayuda, no te me hagas el sordo.
Es que si callas,
yo seré como el resto de los que han muerto y han bajado al sepulcro.
Elevo mis manos hacia tu templo santo.
Escúchame cuando te llamo,
ten compasión de mí.
No me castigues como pecador,
como quien hace maldad,
como quien habla de paz con sus semejantes
mientras planea hacerles mal.
A ellos dales el castigo que se merecen;
castígalos devolviéndoles el mal que planean hacer a otros.
Hazles lo que le han hecho a otros;
dales el castigo que se merecen.
El SEÑOR los destruirá
y no les dará otra oportunidad
porque ellos ni siquiera tratan de entender
todas sus obras maravillosas.
Bendito sea el SEÑOR
porque ha respondido a mis súplicas.
El SEÑOR me da fortaleza y es mi escudo.
Mi corazón está dichoso porque él me ayudó,
y ahora lo alabo con mis canciones.
El SEÑOR le da fortaleza a su pueblo
y protege a su rey elegido.
Salva a tu pueblo.
Bendice a los tuyos,
guíalos y cuídalos para siempre.