SALMO
Señor, escúchame
Oración de David.
SEÑOR, escúchame, te pido que me hagas justicia;
atiende a mi llamado.
Escucha mi oración,
pues mis palabras son sinceras.
Juzga tú a favor mío,
fíjate en lo que es justo.
Tú has examinado mi corazón;
estuviste conmigo toda la noche,
me interrogaste
y no encontraste nada malo en mí.
Examinaste mis planes
y no encontraste nada malo en ellos.
Yo sí he obedecido lo que dijiste, no como otros;
evito seguir el ejemplo de los violentos.
Sigue guiando mis pasos
para que nunca resbale.
Dios, te pido ayuda porque sé que me responderás.
¡Escúchame! Escucha mi oración.
Muéstrame tu amor fiel y maravilloso.
Cuando atacan los enemigos, los que confían en ti buscan tu ayuda;
y tú los salvas y los llevas a tu lado.
Protégeme como a la niña de tus ojos;
escóndeme bajo la sombra de tus alas.
Protégeme de los perversos que tratan de destruirme.
Sálvame de mis enemigos mortales que me tienen rodeado.
10 Ellos no tienen compasión
y se jactan de sus planes.
11 Me persiguieron
y me han rodeado para atacarme.
12 Mis enemigos son como leones listos a devorar su presa.
Se esconden como leones para atacar a su víctima.
13 ¡Levántate SEÑOR!
Enfrenta a mis enemigos y haz que se rindan.
Con tu espada sálvame de esta gente perversa.
14 Usa tu poder y sálvame de los perversos.
SEÑOR, demuestra todo tu poder
y expulsa de esta vida a esa gente mala.
Dales a comer de la ira que tienes guardada.
Que sus hijos y hasta los hijos de sus hijos se llenen de ella.* o Y a los que amas, dales comida en abundancia para que hasta sus hijos y los hijos de sus hijos tengan siempre alimento. El significado del hebreo es incierto.
15 En cuanto a mí, yo hago lo correcto,
por eso quedaré satisfecho cuando despierte y vea tu rostro.