La Solución

(The Solution)

Esta es la clave para hacer concordar lo expuesto por Jesús, Moisés y Pablo. Jesús simplemente estaba exhibiendo la hipocresía de los fariseos. Él no estaba creando una ley que prohibía el casarse de nuevo. Si Él hubiera prohibido esto, hubiera contradicho a Moisés y a Pablo y hubiera creado gran confusión entre millones de divorciados y millones de personas que se casaban de nuevo. Si Jesús estaba estableciendo una ley sobre el casarse de nuevo, entonces ¿qué le diríamos a aquellos que se han divorciado y vuelto a casar antes de escuchar dicha ley? ¿Debemos decirles que están viviendo en relaciones adúlteras, y sabiendo que la Biblia advierte que los adúlteros no heredarán el Reino de Dios (ver 1 Corintios 6:9-10), instruirlos para que se divorcien de nuevo? Pero, ¿no es que Dios odia el divorcio?

¿Deberíamos decirles que cesen de tener sexo con sus parejas actuales hasta que sus parejas anteriores mueran, con tal de no cometer adulterio en forma regular? Pero, ¿No es cierto que Pablo prohibió a los matrimonios abstenerse de tener sexo? ¿No es cierto que tales recomendaciones conducirían a las tentaciones sexuales y aún a tener deseos de muerte para sus ex-parejas?

¿Deberíamos decirles a estas parejas que se divorcien de sus actuales cónyuges y que se casen con sus primeros cónyuges, algo que era prohibido bajo la ley de Moisés en Deuteronomio 24:1-4?

¿Qué ocurre con la gente divorciada que no se ha casado de nuevo? Si a ellos sólo se les permite casarse en caso de que sus primeras parejas hubieran cometido alguna inmoralidad, ¿quién va a determinar si se cometió o no inmoralidad? Para volver a casarse, ¿se requerirá que algunas personas prueben que su antiguo cónyuge fue culpable de lujuria solamente, en tanto que otros necesitarían traer testigos de las infidelidades de sus parejas?

Como pregunté anteriormente, ¿qué pasa cuando el cónyuge anterior comete adulterio debido, en parte, a estar casado con una persona que se abstenía de tener sexo? ¿Es justo que a la persona que se abstiene de tener sexo se le permita casarse otra vez, mientras que a la persona que cometió adulterio no se le permita casarse de nuevo?

¿Y qué acerca de la persona que comete fornicación antes del matrimonio? ¿No es su fornicación un acto de infidelidad hacia su futuro cónyuge? ¿El pecado de esta persona, no sería equivalente al adulterio si estuviera casado con su futuro cónyuge en el momento de ese acto? ¿Entonces por qué se le permite a esta persona casarse?

¿Y qué pasa con dos personas que viven juntas, sin casarse, y que después terminan con la relación? ¿Por qué se les permite casarse con alguien después de que terminaron, sólo porque no estaban oficialmente casados? ¿Qué diferencia hay entre ellos y los que se divorcian y se casan de nuevo?

¿Y qué acerca del hecho de que “las cosas viejas pasan” y que “todas las cosas son hechas nuevas” cuando una persona llega a ser cristiana (ver 2 Corintios 5:17)? ¿Aplican estas palabras para todos los pecados excepto para un divorcio ilegal?

Todas éstas y muchas preguntas más [1] se puede decir que son razones muy fuertes para pensar que Jesús no estaba hablando acerca de una ley referente al segundo matrimonio. Ciertamente Jesús era lo suficientemente inteligente para darse cuenta de las implicaciones de su nueva ley sobre un segundo matrimonio, si es que Él hablaba sobre eso. Esto en sí es suficiente para decirnos que Él tan sólo estaba exhibiendo la hipocresía de los fariseos, lujuriosos, religiosos, hombres hipócritas que se divorciaban de sus esposas por “cualquier causa” y se volvían a casar.

Con seguridad, la razón por la que Jesús dijo que ellos “cometían adulterio” en vez de simplemente decir que lo que hacían era erróneo, era porque Él quería que ellos vieran que el divorcio por cualquier causa, seguido de un nuevo matrimonio no era diferente del adulterio, algo que ellos creían no haber cometido. ¿Deberíamos de concluir que lo único que le preocupaba a Jesús era el aspecto sexual de casarse de nuevo y que Él aprobaría el nuevo matrimonio en tanto no hubiera sexo? Por supuesto que no. Así que no hagamos que Él diga lo que nunca dijo.


[1] Por ejemplo, consideremos los comentarios de un pastor divorciado que fue echado del cuerpo de Cristo cuando se casó de nuevo. Él dijo: “hubiera sido mejor que hubiera matado a mi esposa en vez de divorciarme de ella. Si la hubiera matado, me hubiera podido arrepentir, recibir perdón, casarme nuevamente bajo la ley y continuar en el ministerio”.