Los Pasajes Problemáticos

(The Problem Passages)

Ahora que entendemos algo de lo mucho que la Biblia nos dice acerca de los roles de las mujeres en el ministerio, seremos más capaces de interpretar los “pasajes problemáticos” en los escritos de Pablo. Primero consideremos sus palabras acerca de que las mujeres debían guardar silencio en las iglesias:

“vuestras mujeres callen en las congregaciones, porque no les es permitido hablar, sino que deben estar sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender, pregunten en casa a sus maridos, porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación” (1 Corintios 14: 34-35).

Algunos preguntan, por muchas diferentes razones, si éstas son realmente instrucciones de Pablo, o simplemente su cita de lo que los Corintios le habían escrito a él. Está claro que en la segunda mitad de esta carta, Pablo estaba respondiendo las preguntas que los corintios le habían hecho en una carta que ellos le habían enviado (ver 1 Corintios 7:1,25; 8:1; 12:1; 16:1,12).

Es más, en el siguiente verso, Pablo escribe lo que se puede considerar como su reacción a los corintios y su política de silencio para las mujeres en las iglesias:

“¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?” (1 Corintios 14:36).

En la versión “King James” este verso se traduce en una forma en la que Pablo parece estar más asombrado de la actitud de los Corintios:

“¿Qué?, ¿vino la palabra de Dios de vosotros? O ¿Vino sólo a vosotros?” (1 Corintios 14:36).

En cualquiera de los casos, Pablo indiscutiblemente está preguntado dos cosas retóricas. La respuesta a ambas cosas es No. Los corintios no eran los autores de la palabra de Dios ni la Palabra de Dios fue dada sólo a ellos. Las palabras de Pablo son naturalmente reprensiones contra su orgullo. Si las preguntas son su reacción a estos dos versos que inmediatamente les preceden, éstas parecen decir, “¿Quiénes piensan ustedes que son? ¿Desde cuando hacen ustedes los decretos relacionados a quién Dios puede usar para hablar Su palabra? Dios puede usar a las mujeres si Él desea, y tú te comportas como un tonto al silenciarlas”.

Esta interpretación parece lógica cuando tomamos en consideración que Pablo en la misma carta, ya había escrito acerca del modo apropiado para que las mujeres profetizaran en las iglesias (ver 1 Corintios 11:5), algo que requería que ellas no guardaran silencio. Más adelante, tan sólo unos versos después de aquellos versos en estudio, Pablo exhorta a todos los Corintios, [1] incluyendo a las mujeres, a “procurar profetizar” (1 Corintios 14:39). Por esto parecería bastante contradictorio que él hubiera dado una orden explícita a las mujeres a guardar silencio en las reuniones de las iglesias en el capítulo 14, versos 34-35.


[1] La exhortación de Pablo es dirigida a los “hermanos” un término que él usa 27 veces en esta carta, y el cual se refiere claramente a todo el cuerpo de Cristo en Corinto, y no sólo a los hombres.