La Segunda Cualidad de Juan

(John's Second Quality)

“En aquellos días se presentó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo, ” Arrepentios porque el Reino de los cielos se ha acercado” ( Mateo 3:1-2).

Ciertamente, Jesús aprobaba en gran manera el simple mensaje de Juan, y éste fue el mismo mensaje que Jesús predicaba adonde quiera que iba ( ver Mateo 4:17). Juan llamaba a la gente al arrepentimiento para dejar a un lado la vida de pecado y llevar una vida de justicia. Él sabía que una relación con Dios comenzaba con un arrepentimiento, y que aquellos que no se arrepentían, serían arrojados al infierno.

Al contrario de muchos evangelistas modernos, Juan nunca mencionó el amor de Dios. Nunca habló acerca de las ” necesidades que siente” la gente, con el propósito de llamarlos a una oración sin significado para ” aceptar a Jesús”, y así ellos podían experimentar la “vida en abundancia”. Él no le dijo a la gente que creyera que ellos eran básicamente buenas personas las cuales Dios quería llevarlas al cielo al darse cuenta que la salvación no era por obras. Al contrario, él los veía, como Dios los veía, como rebeldes en peligro de enfrentar consecuencias eternas por sus pecados. Él solemnemente les advertía de la ira que vendría. Él se aseguro de que ellos entendieran que si no cambiaban sus corazones y sus acciones, serían condenados.

Así que la segunda cualidad de Juan que es digna de imitar por cada ministro que hace discípulos es ésta: Juan proclamó que el arrepentimiento era el primer paso para una relación con Dios.