La Relación de la Ley con los Seguidores de Cristo

(The Law's Relationship to Christ's Followers)

Ahora comenzamos un nuevo párrafo (en la versión de la Biblia usada aquí, NASB, por sus siglas en inglés). Ésta es una sección de enorme importancia, una introducción a lo mucho que Jesús hablaría en el resto de su sermón.

“No penséis que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir, porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la Tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el Reino de los Cielos; pero cualquiera que los cumpla y los enseñe, este será llamado grande en el Reino de los Cielos. Por tanto, os digo que si vuestra justicia no fuera mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos” (Mateo 5:17-20).

Si Jesús advirtió a su audiencia que Él no estaba aboliendo la ley o los profetas, entonces podríamos concluir que al menos parte de su audiencia creía esto. El porqué ellos estaban suponiendo eso es algo que nosotros sólo podemos adivinar. Tal vez, la seriedad con que Jesús rechazaba el legalismo de los escribas y fariseos fue lo que pudo hacer pensar a muchos que Él estaba aboliendo la ley y los profetas.

En relación a esto, Jesús claramente quería que sus discípulos se dieran cuenta del error en que se encontraban los que creían esto. Él fue el divino inspirador del Antiguo Testamento, así que ciertamente, Él no iba a abolir todas las cosas que había dicho a través de Moisés y los profetas. Al contrario, Él venía a completar y dar el significado correcto de la ley y los profetas.

¿Cómo haría esto exactamente? Algunos piensan que Jesús solamente estaba hablando acerca de las predicciones mesiánicas. Aunque ciertamente Jesús ya había completado (y completará) cada predicción mesiánica, y esto no era lo único que Él tenía en mente. Claramente el contexto indica que Él estaba también hablando acerca de todo lo relacionado con la ley y los profetas sin dejar pasar “ni una jota, ni una tilde” (v.18) de la ley, ni uno solo de sus “muy pequeños” (v.19) mandamientos.

Otros suponen que Jesús quería decir que completaría la ley al completar sus requisitos para nuestro bien por medio de su vida obediente y muerte sacrificial (ver Romanos 8:4). Pero esto, como también lo revela el contexto, no es lo que Él quería decir. En los versos siguientes Jesús no menciona nada acerca de su vida o muerte como un punto de referencia para cumplir la ley. Al contrario, en la oración siguiente, Él afirma que la ley será válida, por lo menos hasta que “pasen el cielo y la tierra” y “todo se haya cumplido”, puntos de referencia muy lejanos (en el tiempo) de su muerte en la cruz. Luego, Él declaró que la actitud de la gente hacia la ley afectaría su posición en el cielo (v.19) y que la gente debe obedecer la ley aún mejor que los escribas y los fariseos o no entrarían al reino de los cielos (v.20).

Indiscutiblemente, además de completar las profecías mesiánicas, tipos y sombras de la ley, al igual que cumplir los requisitos de la ley a nuestro favor, Jesús también pensaba que su audiencia tenía que guardar los mandamientos de la ley y hacer lo que los profetas dijeron. En un sentido, Jesús cumpliría la ley al revelar la verdad de Dios con su intención original, respaldándola y explicándola, y completando lo que faltaba en el entendimiento de su audiencia acerca de esto.[1] La palabra griega traducida como cumplir en el verso 17, también se traduce en el Nuevo Testamento como completar, finalizar, llenar y llevar a cabo completamente. Esto era exactamente lo que Jesús estaba a punto de hacer, iniciándolo un poco más adelante en su discurso.

Jesús no vino a abolir la ley y los profetas, sino a completarlos, esto quiere decir “completarlos hasta el fin”. Cuando yo enseño esta porción del Sermón del Monte, con frecuencia muestro a mi audiencia un vaso con agua hasta la mitad, para que sirva de ejemplo a la revelación que Dios les dio a los profetas y a la ley. Jesús no vino a abolir la ley y los profetas (mientras digo esto aparento arrojar el agua del vaso). Al contrario, el vino a cumplir y completar la ley y los profetas (mientras digo esto, tomo una botella con agua y lleno el vaso completamente). Esto ayuda a la gente a entender lo que Jesús quería decir.


[1] Esto puede ser verdad en lo que se refiere a los “aspectos ceremoniales de la ley” como también los “aspectos morales de la ley”. Mucha de la explicación concerniente de Jesús acerca de cumplir los aspectos ceremoniales de la ley serían dados por el Espíritu Santo a los apóstoles después de Su resurrección. Ahora entendemos por qué no hay necesidad de sacrificar animales bajo el Nuevo Pacto, porque Jesús era el Cordero de Dios. Tampoco seguimos la dieta alimenticia del viejo pacto porque Jesús declara que toda la comida está limpia (ver Marcos 7:19). No necesitamos la intercesión de un gran sacerdote, porque Jesús es nuestro más grande sacerdote, y mucho más. Sin embargo, a diferencia de la ley ceremonial, ninguna parte de la ley moral fue jamás alterada por las cosas que dijo o hizo Jesús, antes o después de su muerte y resurrección. Al contrario, Jesús expuso y apoyó la ley moral de Dios, como hicieron los apóstoles por la inspiración del Espíritu después de Su resurrección. Los aspectos morales de la ley mosaica están en su totalidad incluidos en la ley de Cristo, la ley del nuevo pacto. Piense también que Jesús estaba hablando ese día a los judíos que estaban bajo la ley mosaica. Por esto, sus palabras en Mateo 5:17-20 necesitan ser interpretadas a la luz de las continuas revelaciones encontradas en el Nuevo Testamento.