Cómo Empezamos

(How to Start)

Las iglesias en las casas nacen por el Espíritu Santo a través del ministerio de una casa–iglesia plantada por un anciano- pastor – superintendente al que se le ha dado la visión de parte de Dios para este tipo de iglesia. Mantengamos en mente que el anciano- pastor- superintendente bíblico se puede referir a lo que la iglesia institucional conoce como un seglar con cierto nivel de madurez. Ninguna persona que inicia una iglesia en una casa necesita de una educación ministerial formal.

Una vez que el fundador de la iglesia ha recibido la visión para su creación, él debe buscar al Señor para que le muestre quienes pueden unirse a él. El Señor confirmará su liderazgo al ponerle en contacto con personas que tienen una visión similar. O tal vez él sea guiado a inconversos receptivos a quien pueda llevar al conocimiento de Cristo para luego discipularlos en la iglesia casera.

Aquellos que están apenas iniciando la aventura con este tipo de iglesia deben entender que a los miembros les llevará tiempo aprender a relacionarse cómodamente y a fluir con el Espíritu. Será un camino de prueba y error. Conceptos como la participación de todos los miembros, liderazgo del servidor bíblico, entrenamiento de líderes, dirección del Espíritu Santo y dones, la cena común, y una atmósfera casual pero espiritual, serán nuevos y extraños para aquellos que tan sólo han estado familiarizados con los cultos de las iglesias institucionales. Por esto, cuando nace una nueva iglesia en una casa, será sabio el ejercicio de la gentileza y la paciencia. El formato inicial puede ser un estudio bíblico en la casa, con una persona dirigiendo la adoración, otra compartiendo la enseñanza ya preparada y en seguida terminar con una oración unida, un rato de compañerismo y la cena. Sin embargo, mientras el grupo estudia el formato de este tipo de iglesia, el anciano-pastor-superintendente debe motivar a los miembros a hacer lo mejor para Dios. Y luego, ¡disfruta tu viaje!

Las reuniones en las iglesias caseras pueden circular por las casas de cada miembro cada semana, o una persona puede proponer su casa cada semana. En ocasiones estas iglesias pueden tener reuniones al aire libre en algún lugar apropiado y cuando el clima lo permita. La hora y el lugar de la reunión no tienen que ser domingo en la mañana, sino cualquier momento que sea más apropiado para todos los miembros. Finalmente, lo mejor es comenzar en pequeño, con no más de doce personas.