Su Retorno—¿Una Sorpresa Completa?

(His Return—A Complete Surprise?)

Un argumento que se usa con frecuencia en contra de la idea de que el rapto ocurrirá cerca o al final de la tribulación es que su retorno no será una sorpresa como Jesús (supuestamente) dijo, debido a que tal retorno será anticipado por los eventos antes de la tribulación. Debe existir un rapto antes de la tribulación, ellos dicen, o de otra forma los creyentes no necesitarían estar listos y alertas como la Escritura lo dice, sabiendo que deben pasar siete años o más antes del retorno de Jesús.

Sin embargo, en contra de esta objeción, está el hecho de que el punto principal de todo el discurso de los olivos de Jesús era asegurar que sus discípulos estuvieran listos para su retorno hacia el final de la tribulación, y les reveló muchas señales que precederían su venida. ¿Por qué el discurso de los olivos presenta tantas amonestaciones acerca de estar listos y alertas aun cuando Jesús sabía que su retorno sería muchos años después de que Él hablara estas palabras? Aparentemente Jesús creía que los cristianos necesitaban estar listos y alertas aun si su retorno tardara muchos años. Los apóstoles que en sus cartas amonestan a los creyentes diciéndoles que deben estar listos y alertas para la venida del Señor, solamente están imitando a Jesús.

Además, aquellos que creen que el rapto antes de la tribulación es el único que justifica la presencia de amonestaciones acerca de estar listos, tienen otro problema. De acuerdo con ellos, la primera venida de Cristo precede el final de la tribulación por siete años. Así que la primera venida de Jesús no puede pasar en cualquier momento, sino que debe ser exactamente siete años antes del final de la tribulación. Por esto, en realidad, no es necesario esperar que Cristo venga, hasta que tomen lugar los eventos mundiales que anteceden los siete años de tribulación, eventos que ciertamente pueden ser anticipados y asegurados.

La mayoría de los que hablan acerca del rapto antes de la tribulación, si son honestos, dirán que Jesús no retornará hoy o mañana debido a la situación política del mundo. Todavía hay eventos proféticos que deben cumplirse antes de que los siete años de tribulación comiencen. Por ejemplo, como aprenderemos pronto del libro de Daniel, el anticristo hará un pacto con Israel por siete años, y esto marcará el principio de la tribulación. Por esto el rapto, si ocurre siete años antes del final de la tribulación, debe ocurrir cuando el anticristo haga su acuerdo de siete años con Israel. Antes de que ocurra algo en el mundo político que haga este escenario posible, no hay necesidad de que los teóricos del rapto pre-tribulación esperen el regreso de Jesús.

Además, aquellos que creen en el rapto antes de la tribulación, que también creen que Jesús retornará al final de la tribulación, creen que la fecha exacta de la segunda venida de Jesús puede ser calculada. Una vez que el rapto ocurra, lo que Jesús dijo, que sólo el Padre lo sabe, puede ser calculado contando siete años después.

De nuevo, recordando lo que Jesús dijo, queda claro que Él no quería que su retorno fuera una sorpresa completa. De hecho, Él deseaba que su venida fuera anticipada por ciertos eventos de la tribulación. Simplemente, Jesús no quería que sus discípulos no estuvieran preparados, como no lo estaría el mundo. Él continuó su discurso de los olivos:

“Pero como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre, pues como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. Entonces estarán dos en el campo: uno será tomado y el otro será dejado. Dos mujeres estará moliendo en un molino: una será tomada y la otra será dejada.[1] Velad, pues, porque no sabéis a qué hora a de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiera a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no lo dejaría entrar en su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:37-44).

De nuevo, Jesús indiscutiblemente se preocupaba porque sus discípulos estuvieran listos para su venida. Esto de hecho, era la razón principal de todo lo que Él dijo antes y después de este punto en el discurso de los olivos. Sus muchas amonestaciones acerca de estar listos y alertas no son una indicación de que su retorno sería una sorpresa completa, sino una indicación de lo difícil que sería en medio de la adversidad de los tiempos el mantenerse listo y alerta. Esto quiere decir que aquellos que están esperando un rapto en cualquier momento antes de la tribulación, pensando que están más listos que otros cristianos, puede ser que no estén listos para lo que van a enfrentar. Si ellos no esperan ninguna tribulación y de pronto se encuentran en medio de una persecución mundial bajo el reino del anticristo, la tentación de apartarse los puede hacer caer. Es mejor estar preparado para lo que la Escritura verdaderamente enseña que va a ocurrir.

Y de nuevo, si le preguntaras a Pedro, Santiago o Juan cuándo esperaban el regreso de Jesús, te hubieran contado sobre todas las señales que Jesús les dijo que ocurrirían antes de su retorno. Ellos no esperaban ver a Jesús antes del periodo de la tribulación o el levantamiento del anticristo.


[1] Realmente no hay ninguna diferencia si la persona que está sufriendo juicio en estos ejemplos es la que es tomada o dejada, como se debate con frecuencia. El punto es que algunos estarán listos para la venida del Señor y algunos no lo estarán. Su buena disposición determinará su destino eterno.