“Jesús Prometió Retornar el Cien Por ciento de Nuestras Dádivas”

("Jesus Promised a Hundred-Fold Return on Our Giving")

Jesús sí prometió el retorno del cien por ciento a aquellos que hacían ciertos sacrificios. Leamos exactamente lo que él dijo:

“De cierto os digo: que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanas, hermanos, madres, hijos, tierras, aunque con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna” (Marcos 10:29-30).

Note que esta no es una promesa a aquellos que dan dinero a los predicadores, como dicen los predicadores de la prosperidad. Al contrario, esta es una promesa para aquellos que dejan sus casas, fincas, y familiares para predicar el evangelio en lugares lejanos. Jesús prometió a esta gente “cien veces más en la era presente”.

Pero, ¿estaba Jesús prometiendo que esa gente sería materialmente dueña de cientos de casas y fincas como algunos predicadores de la prosperidad enseñan? No, como tampoco estaba prometiendo que les daría cien madres y cien hijos. Jesús sólo decía que aquellos que dejan sus casas y familias encontrarán otros creyentes que abrirán sus puertas para ellos y les recibirán como parte de sus familias.

Note también que Jesús prometió persecución y vida eterna a esta gente. Esto nos recuerda el contexto del pasaje completo, en el cual los discípulos habían visto a un joven rico, que quería vida eterna, alejarse tristemente cuando Jesús declaró que “más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Marcos 10:25).

Los discípulos estaban impactados por la declaración de Jesús, y se preguntaban acerca de sus posibilidades de entrar al reino de los cielos. Ellos le recordaron a Jesús lo que habían dejado atrás para seguirle. Aquí es cuando Jesús habla acerca de devolver cien veces más.

Todo esto es para decir que es increíble que los predicadores de la prosperidad intenten persuadirnos que Jesús estaba hablando de devolver cien veces las cosas materiales, lo cual nos haría muy ricos en corto tiempo, sabiendo que sólo segundos antes, Jesús le había dicho a un joven rico que vendiera todo y lo diera en caridad si quería la vida eterna.

Hay muchas otras escrituras que los predicadores de la prosperidad tuercen además de las que hemos estudiado, pero el espacio nos limita en este libro. ¡Mantente alerta!