Mito #9

Myth #9

 

Mito #9: “Algunos cristianos tienen que ser liberados de maldiciones satánicas o generacionales”

(Myth #9: “Some Christians need to be set free from generational or satanic curses.”)

La idea de las maldiciones sobre generaciones se deriva de cuatro pasajes de la Escritura que se encuentran en el Antiguo Testamento los cuales dicen prácticamente lo mismo. Estos pasajes son Éxodo 20: 5; 34:7; Números 14:8 y Deuteronomio 5:9. Leamos Números 14:18:

“Jehová es tardo para la ira y grande en misericordia, perdona la maldad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable, pues castiga el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación” (énfasis agregado).

¿Cómo podemos interpretar este pasaje de la Escritura? ¿Quiere decir esto que Dios pondrá una maldición o castigo sobre alguien por los pecados de sus padres, abuelos, bisabuelos y demás antepasados? ¿Creeremos que Dios puede perdonar a alguien de sus pecados pero simultáneamente castigarle por los pecados de sus antepasados?

Absolutamente no, de otra forma Dios podría ser acusado de ser injusto e hipócrita. Él mismo dice que castigar a alguien por los pecados de sus antepasados es erróneo:

“Y si preguntáis [los israelitas]: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? [Dios responde] Porque el hijo actuó conforme al derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. El alma que peque, esa morirá. El hijo no llevará el pecado del padre ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo recaerá sobre él y la impiedad del impío recaerá sobre él” (Ezequiel 18.19-20, énfasis agregado).

Además, bajo la ley de Moisés, Dios ordenó que ni el padre ni el hijo fueran castigados por el pecado del otro:

“Los padres no morirán por los hijos ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado” (Deuteronomio 24:16).

No hay posibilidad de que un Dios de amor y justicia pueda castigar a alguien por el pecado de sus ancestros.[1] Entonces, ¿Qué es lo que la Escritura quiere decir cuando dice que Dios “de ningún modo tendrá por inocente al culpable y castigará el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación”?

Sólo quiere decir que Dios responsabiliza a la gente por el mal ejemplo que les dan a sus hijos; por lo tanto, Dios les responsabiliza por los pecados que sus hijos cometen debido a su mal ejemplo.

Dios hace a la gente en parte responsable por los pecados de sus nietos, debido a la influencia maligna que ejercieron sobre ellos. Así de santo es Dios. Y nadie puede decir que Él es injusto.

Note que el pasaje que estamos considerando dice que Dios castiga el pecado de los padres sobre los hijos. Se castiga el pecado de los padres sobre sus hijos.

Por esto, la idea de las “maldiciones generacionales” es una superstición, y una muy mala, pues hace parecer injusto a Dios.


[1] Esto no quiere decir que los hijos no sufren por sus padres, pues con frecuencia lo hacen. Sin embargo, cuando lo hacen, no quiere decir que Dios los está castigando por los pecados de sus padres, sino que la gente puede ser tan malvada que pueden practicar pecados que hagan a sus hijos sufrir. Está claro en la Escritura que Dios puede misericordiosamente apartar el juicio de una persona, para luego ejecutar ese juicio sobre alguien que merece ese juicio por sus pecados. De igual forma, Dios puede tener misericordia y guardar su juicio sobre una generación malvada para luego enviar ese juicio sobre una próxima generación igual o más merecedora de dicho juicio (ver Jeremías 16:11-12). Esto es muy diferente a castigar a una persona por los pecados de sus abuelos.